jueves, 10 de diciembre de 2009

El mejor lugar para vivir


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El deseo

Santiago habia tenido una terrible semana, ese sabado regresaba del Centro de Lima, pues lo había plantado una cita a ciegas, ya estaba acostumbrado a eso, en el micro se puso a pensar se ponía a pensar porque sus relaciones no eran tan duraderas y tan poco estables, ¿sería porque aún vivía con sus padres?,¿sería porque nunca ordenaba su cuarto?,¿sería porque cada vez que le preguntaban si tenía planes para el futuro, no sabía que responder?, ensimismado en sus pensamientos no se percato que una extraña mujer se le acerco.

Estaba vestida como una tigresa con unas alas de ángel sosteniendo una extraña várita, afirmo ser la Hada Madrina del Tiempo, Santiago con su humor característico respondió:
-Pense que se te hacía tarde para una Fiesta de Halloween.-La mujer lo bofeteo, Santiago algo molesto, porque la mujer algo mayor, tenía unas uñas como garras, que le rozaron la mejilla. La mujer continuo:
-Se te ha concedido un deseo, podrás regresar al pasado, elegir una etapa de tu vida que has vivido, hacer algunos cambios en tu vida, para que vivas la vida que quieres vivir.-Santiago la miro aun sin creer en lo que oía, pensaba que la mujer quizás había tomado de más, la mujer decidió darle una prueba, movió la varita mágica, instantaneamente apareció una botella de Coca Cola, Santiago seguía sin creer:
-¿Te gustaría dar un paseíto?-movió la varita, aparecieron en el Sahará bajo un sol quemante a lo lejos se podía percibir las piramides, todo estaba lleno de arena, a lo lejos se acercaban un par de camellos, al tenerlos cerca los escucho rumiar, hasta que uno lo escupió, volvieron al micro.-Ahora crees en mi.
-Si, si te creo.-respondió, mientras se limpiaba la baba de camello.-Pero ¿Por que recien ahora has venido?
-Eso preguntaselo a la Providencia.- Santiago se quedo pensando, tenía que pensar muy bien en su deseo, esa época que regresaría en el pasado, había fallado tanto, que esta vez no quería hacerlo, y contaba con el apoyo de la Providencia, nada podía salir mal, se acerco a la Hada Madrina, le dijo su deseo al oido, esta sonrio, tomo su varita, la agito, y lanzo un extraño rayo, que le choco en la cabeza a Santiago, dejandolo tumbado en el piso.

Duro despertar

Desperto con un fuerte dolor de cabeza, se encontro en su cama, parecía una resaca, se trato de poner de pie, se sentía mareado, se sentía pequeño:
-Esta tía creo que mintió y encima me dejo noqueado.-se fue al baño, pero no era como lo recordaba algo andaba mal, todo estaba diferente, trato de verse en el espejo, ahora era pequeño, había vuelto a tener 12 años, quiso gritar, pero se puso a pensar quien le creería el cuento de la Hada Madrina del Tiempo, en eso tocaron la puerta.
-Apurate que se te hace tarde para el colegio.-Era la voz inconfundible de su mamá, salió lentamente, se fue a cambiar, vio a sus padres más jovenes, que antes, esperandolo para desayunar, su papá como siempre desayunando apresurado, pues se le hacia tarde para el trabajo, le dieron algo de dinero.
-Es tu primer día en la escuela secundaria, que te vaya muy bien.- Le dijo su madre mientras lo besaba en la mejilla.-Otra vez recorreria la calle que tantos años recorría para ir a su colegio, el Colegio Nacional “República de Uruguay”, paso más de 11 años, estudiando allí, los primeros años de secundaria fueron los peores, siempre los odio, los chicos que iban a estudiar allí, algunos con bajos recursos ecónomicos, algunos eran abusivos, ese primer año fue el peor para él.

.¿Donde diablos me mando, esta tía?-La ciudad del Callao, primer puerto, única provincia consitucional, no pertenecía a Lima, pero nadie lo dejaba de ligar, él odiaba esa ciudad, de a pocos habían mas violencia, robos, algunos asesinatos, a pesar de que en la etapa de terrorismo no fue muy sentida por alli, o quizás fue consecuencia de eso, la pobreza siempre estuvo presente, recordo la diferencia de tiempos anteriores donde el lechero, venía te dejaba la botella de leche en la puerta, como en la Vecindad del Chavo del Ocho, ahora no se podía hacer eso, porque él mas atrevido venía y se llevaba la botella.

Santiago entre, vio a sus compañeros de reojo, se formo en la cola, para colmo, era lunes, los lunes cantaban el himno nacional, él odiaba por eso los lunes, siempre quería entrar rápido al salón para salir rápido, ese época fue una tortura, odio a la Hada Madrina, como pudo enviarlo allí, en eso algunos compañeros que conoció en primaria, se acercaron a hablarle, pero él los ignoro, no presto atención a las clases, no tomo notas, en el recreo, se acerca al kiosko, y dijo:
-Tiene un cigarillo.
-¿Cómo?-pregunta el señor que atendía.
-Si tiene un cigarrillo.
-Pero los chicos como tú no deben fumar.
-No deben pero si pueden.
-Si, pero tienes tan solo 12 años, aún eres un niño.
-No soy un niño, soy un prisionero.-Santiago decidio escaparse del colegio.

Cuando regreso, su madre, el director, la tutora lo esperaban en la entrada del colegio.
-Hijo, ¿Dónde te metiste?
-Fui por un cigarrillo. Su mamá casi se desmaya por aquella respuesta.
-¿Desde cuando fumas?
-Desde que no venden cigarrillos en este colegio.-Su mamá no dijo nada, se llevo a su hijo, almorzaron en silencio, llego su papá, pero su mamá no le dijo nada.

La noche llego tranquila pero él no pudo dormir, salió en silencio de su casa, camino largo rato hasta llegar a la Plaza Grau, donde se puso a contemplar el mar, estuvo un par de horas, cuando volvió, un par de maleantes se le pusieron al frente, pidiéndolo dinero, estaban algo drogados, él los ignoro, trataron de sujetarlo, pero él se los enfrento, ambos maleantes rieron porque era tan solo un muchacho de 12 años, pero al ver que tumbo a uno y empezo a patearlo, el otro huyo del lugar.

Cuando llego a casa, su madre lo esperaba.
-¿Donde estabas?
-En la Plaza Grau.
-¿No es un lugar peligroso?
-No para mi.
-¿Que te pasa, hijo? Dime.
-Odio el colegio, odio este lugar, me quiero ir de aqui.-Su mamá lo abrazo.
-Buscaremos la manera de solucionarlo, dame una semana.

La mudanza

Aguanto una semana mas en el colegio, no hablaba con nadie, no volvio a escaparse, ni fumar a escondidas, hasta que sus padres le dieron una noticia, al llegar ese lunes a casa.
-Nos mudamos.
-¡¿Queeeeeeeeee....?!
-Que nos mudamos, hable con tu papá, tenemos ahorrado algo de dinero, lo habíamos planeado antes, y la verdad, no quiero vivir en este lugar, el barrio se esta poniendo peligroso, y ya que no quieres tampoco estar este lugar, nos mudamos.-Santiago se sintió feliz, como se puede sentir feliz un adulto de 30 años en un cuerpo de 12.

Todo el proceso de mudanza fue pesado, Santiago estaba tan feliz que ayudo en todo en la mudanza, se mudaron cerca de un Instituto de Inglés, la primera noche fue bastanta fría, en San Miguel, las noches eran así, pero a Santiago no le importo sentir un poco de frío, al día siguiente fueron a visitar colegios, hasta que decidieron ponerlo en un Colegio Preuniversitario Trilce que quedaba muy cerca de su casa, sus papas trabajaron mucho para darle la vida que quería, a Santiago, que trataba de compensar con buenas notas en el colegio.

Su vida social mejoro bastante, tenías muchos amigos, salía mas, iba a los supermercados a pasear con ellos, o quizás al cine, a los juegos de Marinapark, asi llego la adolescencia sin avisar, asi como sus primeros besos, las primeras salidas a la discoteca, sus primeros avatares sexuales, incluso ya había decidido en que universidad estudiaría, en la Universidad Católica, estudiaría Ciencias de la Comunicación.

De pronto, quiso dar un paseo, esta vez solo, por Plaza San Miguel, se entretuvo viendo escaparates, hasta que se topo con una extraña señora, vestida de rosa, con un extraño sombrero del mismo color, que encima tenía una especie de flamenco, al comienzo no la reconoció.
-¿Vives una vida feliz?.-Le pregunto La Hada Madrina del Tiempo.
-Por supuesto que sí.
-O.K......¿Seguro?
-Seguro.
-¿No extrañas nada de tu vida anterior?
-No, no extraño nada.
-O.K. Te dejo en paz, que tengas suerte, Bye Bye.

Esa noche, echado en su cama, rodeado de muchas cosas, juegos electrónicos, ropa, símbolos de una vida acomodada, se sintió solo y vacio, trato de recordar la vida que había tenido antes, aunque su memoria se había puesto algo terca para ese tiempo, fue en vano, no pudo dormir esa noche.


La Boda

Ingreso a la universidad, y termino pronto, como entrar y venir, fue todo un suceso en ella, conoció a Susan, una san miguelina, de pelos negros, mirada ensoñadora, de piel canela, la hizo su enamorada, pasaron un par de años, antes de terminar la carrera, la hizó su novia, tenía un buen trabajo, una linda novia, un departamento que pudo comprar con sus ahorros, andaba en auto, los papas le ayudarían a organizar la boda.

Se habia olvidado de toda esa historia de una vida anterior, de la Hada Madrina del Tiempo, pero necesitaba algunos documentos del registro público de su lugar de nacimiento, tuvo que ir a la Municipalidad del Callao, el trámite fue largo, pero termino antes del mediodia, además había ido en carro, saldría rápido de ese lugar que no había querido pisar, pero en vez de eso, se detuvo ante la puera de que lo que fue su antiguo colegio, toco la puerta, le pidió a la portera le dejará entrar, pues era un ex-alumno, mientras caminaba por el lugar, por el gran patio de primaria, los recuerdos se le vinieron a la mente, así como las lágrimas, él que se creía tan insensible.

Luego decidio visitar su antigua casa, él había vivido en la Quinta San Francisco de Asís, ahora con rejas en la entrada, en la primera escalera de la derecha, en el departamento de la izquierda, en el número 14, subió, toco la puerta, unos niños lo recibieron, luego salió la mamá de los niños, Santiago le conto la historia, le pidió lo dejará pasar, fue bien recibido, la mujer le invito una taza de té, Santiago se puso de pie, le pidio le dejara ver la habitación, ella trato de excusarse era la habitación de los niños y estaba algo desordenada, pero Santiago insistió tanto que logro entrar, miro todo, se acerco a tocar las paredes, se arrollido y lloro.

Salió apurado, iba a toda velocidad en el auto, grito y llamo a la Hada Madrina pero esta nunca apareció, estuvo en cama una semana, nada paso, ni cambio, decidió conformarse con su destino, llego el día de la boda, todos los invitados iban llegando a la iglesia, él estaba en su departamento alistandose, Susan no dejaba de timbrarle al celular para apurarlo, él dicidió apagarlo, subió al auto, invoco una vez más a la Hada Madrina, esta apareció a su costado.
-¿Estas seguro?-Pregunto.
-Segurisimo.-Respondió él, ella coloco su mano derecha sobre el volante, lo cual el auto acelero mas de lo debido hasta chocar con un micro, Santiago cayo hacia atrás, al levantarse, se encontraba en el mismo micro donde conoció a La Hada Madrina.
-¿Que paso?.
-El micro choco con un auto.- Respondio un pasajero, todos bajaron, dentro del auto, habia una mujer de extraña vestimenta gris, con lentes negro de sol, encima con un sombrero gris, al ver a Santiago le guiño el ojo. Este corrio, tomo el próximo micro, al bajar corrio apresurado, al ser recibido por sus padres, los abrazo y los beso sentenciando.
-Gracias por darme el mejor lugar para vivir.

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