jueves, 11 de marzo de 2010
El Sofa
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Hay bastantes historias curiosas, de personas y lugares, se les ire dando a conocer poco por poco, por ejemplo en la vecindad donde vivo, en uno de los departamentos que quedan en el primer piso, han sacado un sofa, esta todo el tiempo afuera, aveces los dueños, salen a sentarse a fuera con sus hijas, aveces la dueña sale a chismosear con las vecinas, algunas sacan las sillas, pero esta peculiar familia a preferido dejar el sofa afuera.
El domingo me dieron ganas de bajar, echarme en el sofa y dormirme en él, sentirme abrigado, protegido, quizás alguien me viera, me abrigara o protegiera, pero también sentí deseos de bañar el sofa con gasolina e incendiarlo solo para salir de la rutina o como muestra de mi fugaz antisocialidad.
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